Allá por los años cincuenta del pasado siglo, con tan solo veinte años, Vicente acepta la responsabilidad de hacerse cargo de una plantación de cacao…
Allá por los años cincuenta del pasado siglo, con tan solo veinte años, Vicente acepta la responsabilidad de hacerse cargo de una plantación de cacao en la colonia española de Guinea. En esa tierra forjará su carácter y aprenderá a relacionarse con sus braceros, hombres nativos acostumbrados a un trato siempre duro y, en ocasiones, degradante y violento. Su talante amable romperá los esquemas de quienes son partidarios de la mano dura para ganarse el respeto de los trabajadores nativos.También allí conocerá el amor, sentimiento que fraguará lentamente, en una semiclandestinidad propiciada -o exigida- por el rechazo social a las relaciones interraciales. Clara, la bella nativa con la que conoce el verdadero amor, será también víctima de esos prejuicios que comprometerán el futuro de su romance.