MATERIA ORGÁNICA

La poesía es mi banda ancha para explicar la vida, despedazar el olvido, practicar el asombro, poner orden desde dentro o reivindicar el caos, según me convenga.
Escribir poesía es como hacerle una biopsia al instinto o mirarse de reojo en el espejo de la madrastra; es rincón oscuro, alivio del sinsentido, y reconforta, a veces, como un paraguas desplegado en la tormenta. Es el escondite perfecto.
La poesía es la auténtica orquesta del Titanic, capaz de interpretar con pasión un ragtime frenético en medio del espanto.
Estos poemas tienen bastante de orgánico y de sedimentario porque han sido arrastrados mecánicamente por las corrientes, el agua y los vientos que han azotado mi alma en esta aventura tan maravillosa y, a veces, tan puñetera, que es la vida.