Relato. Tenía la pistola cerca y aún así no estaba tranquilo. Esa maldita histérica estaba rondando por allí, buscándome y aunque no supiera en que…
Relato. Tenía la pistola cerca y aún así no estaba tranquilo. Esa maldita histérica estaba rondando por allí, buscándome y aunque no supiera en que bungalow estábamos y aunque estuviera lloviendo a cántaros y las malditas chapas del techo nos dejaran dormir y fuera de noche desde hacía varias horas, aún así sabía que ella podría encontrarnos. Estábamos todos muy cansados después de huir y escondernos durante días y cuando llegamos por fin a Saint Jean de Luz elegimos un camping y nos alojamos en la cabaña 506.